Manhattan

Así como con el Martini, el Manhattan es un coctel para el cual la mayoría de la gente es muy particular en exactamente cómo lo prefieren hecho. Algunos lo prefieren con bourbon en vez de rye. Unos lo prefieren servido con hielo, otros sin hielo. 

La receta 212 (2 partes rye, 1 parte vermú rojo, 2 dashes de Amargo de Angostura) es probablemente la utilizada con mayor frecuencia. Sin embargo, si prefieres una versión menos fuerte, podrías igualar las cantidades de vermú y whiskey, o más bien invertirlas completamente (2 partes de vermú, 1 de rye).

Un “Manhattan seco” utiliza vermú seco. Un “Manhattan Perfecto” utiliza una mezcla igual de vermú rojo y seco. Finalmente, un “Manhattan Dulce” utiliza vermú rojo, aunque dado que esta es la manera en la que generalmente se hace el Manhattan, no hay necesidad de especificar.

El Manhattan fue creado en algún momento durante la segunda mitad del Siglo XIX. Existe una mención del mismo en 1882 en el Sunday Morning Herald de Olean, Nueva York. 

Cabe la posibilidad de que el coctel fue llamado así por haber sido creado en el Manhattan Club en Nueva York. Muchos cocteles de esa época recibían el mismo nombre que el lugar donde eran creados.

La historia del Manhattan está fuertemente relacionada con la immigración italiana a Estados Unidos. Los italianos llevaron sus vinos fortificados (vermú) al país y muy rápidamente alguien decidió mezclarlo con uno de los licores más populares de ese momento: El rye whiskey.